Cuidados al investigar esterilizaciones forzadas

Desde hace unos meses estoy colaborando en un investigación académica sobre esterilizaciones forzadas y el uso obligatorio de métodos anticonceptivos en Canadá, Indonesia y Perú. Esto es un primer gran esfuerzo por comparar y analizar cómo se han llevado a cabo estas acciones que han afectado a miles de mujeres y que, posiblemente, se siguen realizando.

A mi me encanta poder ser parte de este proyecto porque me permite comprender las diversas maneras en que el biopoder se refleja en contra de las mujeres (como cuerpos con la capacidad de gestar) y cómo el Estado, en sus diversos niveles, está preparado para defender esas acciones. Sin embargo, mi entusiasmo por pertenecer al grupo de investigadoras, aportar a la causa y poder difundir información, se hace pequeño cuando analizo lecturas, testimonios, reporte de casos, manuales de acción, noticias, etc. Pues el contenido tiene efectos negativos en mis sentimientos, pensamientos, deseos y en mi cuerpo físico.  

La idea de este post es poder compartir una lista, sobre algunas acciones de cuidado para no sentir tanto dolor o desesperanza al tener algún tipo de contacto con información que vulnera los derechos humanos de las mujeres. Esta lista la iré actualizando de a pocos:

  1. Recuerda que las personas somos distintas. No hay una sola manera de cuidarnos ni una sola manera de hacer un buen trabajo académico. Aunque, a veces sea desesperante, poco a poco iremos encontrando nuestro camino más ad hoc de cuidado personal al investigar.
  2. La sensibilidad personal con la que nos acercamos a un problema social es única. Esto hará que tengamos una mirada especial para el análisis de una lectura o de una entrevista. Es importante que reconozcamos nuestra posicionalidad sobre el tema y que valoremos nuestra propia vulnerabilidad.
  3. Está bien sentirnos tristes, abrumadas, cansadas, adoloridas, etc. después de ese acercamiento. Estemos atentas a los efectos que se producen en nuestra mente, cuerpo y estado emocional al trabajar sobre el control de nuestros cuerpos.
  4. Descubre en qué momento del día te va mejor investigar ciertos temas. ¿En la mañana tienes energía para revisar información que pueda movilizarte emocionalmente o prefieres hacerlo en la tarde / noche?
  5. Toma descansos entre lecturas y procesos de redacción. Sal a caminar, juega con tu mascota, baila, canta, reposa, etc.
  6. Pide ayuda, si te das cuenta que está siendo difícil concentrarte y se te va acumulando el trabajo, convérsalo con el equipo. Recuerda que lo más importante es nuestra tranquilidad y salud integral.
  7. Activa tu red de soporte emocional. Comparte con tus amiges que estás pasando por un proceso que tiene laberintos emocionales y que vas a necesitar de su apoyo. Conversemos con nuestres amiges sobre cómo nos sentimos al investigar estos temas y, también, seamos respetuosas de sus tiempos y sentimientos.

A mi me está costando mucho seguir mis propios consejos, porque después de leer algunos documentos solo quiero hacerme bolita y luego viene el sentimiento de culpa por no «avanzar». Por suerte, mi red de apoyo es muy linda y me recuerda que mis sentimientos importan y que debo de tenerme paciencia. 

Nota1: muchos tips han sido inspirados en una guía que armé con investigadoras y quienes acompañan casos de violencia de género en línea. Aquí la encuentran

Nota2: la imagen es de @stacieswift cuenta de ilustraciones y autocuidado <3